sábado, 19 de enero de 2013

Bertrand Borda, un pastor vasco en Life Magazine




Basque shepherder Bertrand Borda arrives at the Salt Lake City airport to begin his new job. June 1951.


Bertrand Borda nació en  la casa Leku Ederra de Makea, Lapurdi, el 24 de febrero de 1932. Hijo de Antoine y de Helene.  Su  padre, Antoine Borda había nacido en Buenos Aires donde había emigrado su familia. Cuando llegó a Makea con nueve años, no sabía ni euskera ni francés que, luego, hablaba sin dificultad. Su madre, Helene Etchegaray, vino al mundo en la vecina Heleta, en Baxe Nafarroa. El matrimonio tuvo siete hijos (cuatro varones y tres hembras). En 1948, su hermano Arnaud, cuatro años mayor, había emigrado a Estados Unidos empleándose como pastor.
Cuando Bertrand decidió emigrar tenía 21 años recién cumplidos. Como su hermano, las gestiones las hizo con un agente local de emigración. En aquellos días, los más activos eran Leopold Monlong, de Aldude, y Charles Iriart,  de Donibane Garazi. El precio del vuelo rondaba los 700.000 francos franceses viejos.  El grupo original que se desplazó a Paris está formado dieciséis personas: emigrantes, agentes y hasta un cura. Luego, antes de partir hacia América, se dividirán. Hay una foto de este momento en la que aparece a Bertrand con el resto del grupo: el quinto por la izquierda de la segunda fila . El ultimo de la misma fila a la derecha es el agente Charles Iriart. (Gaby Etchebarne, Paroles de bergers. Du Pays Basque au Far West, Bayonne (2005), Elkarlanean, p. 56).


Bertrand llegó a Nueva York a bordo de un avión de Panam procedente de Paris el 10 de mayo de 1951. Dio como referencia la de su hermano Arnaud que, entonces, residía en Odgen. Con el viajaban otros cinco jóvenes vascos: Jean Gainza, Michel Aldacourrun, Michel Begue, Michel Bontpels y Michel Falxa. Los cuatro primeros se dirigieron a distintos lugares de Wyoming (Rock Springs y Buffalo) el quinto, a Bakersfield.

Manifiesto de pasajeros

Desde Nueva York, siguió viaje a Salt Lake City, Utah. Con él volaron Jean Gainza y Michel Aldacourrun que, desde allí, debían seguir viaje a Rock Springs, Wyoming. Al llegar a Salt Lake City, les esperaban dos representantes de la Western Range Association.
 
Llegada a Salt Lake City

Bertrand estuvo con sus dos compañeros durante el tiempo de espera de la salida del vuelo hacia Rock Springs, Wyoming. Luego, a descansar para, más tarde, ir a la tienda donde debía comprar el equipo completo: ropa de faena, de abrigo, botas y, como no un gran sobrero “Stetson”.

Probándose el sombrero

Una vez equipado, Bertrand se fue aun campamento ovejero al norte de Utah propiedad de la Lloyd-Keller Co, donde ya trabajaba su hermano Arnaud. Es cierto que él ya tenía experiencia con el ganado, pero no con rebaños de aquellas dimensiones.


Llega al campamento

La vida en el campamento ovejero es dura.  Sobre todo la soledad. Es cierto, que, en época de corderos, es el momento en el que el trabajo solitario se convierte en colecctivo.

Con el viejo pastor
Durante un tiempo, los recien llegados trabajan con un pastor veterano tanto para conocer el terreno como para aprender determinas técnicas, como la de la castración de los corderos.



El ardikanpo (o karrokanpo) se convertía en el hogar durante el tiempo en que el pastor estaba en la montaña. En algunos casos, además, servián para recoger todas las pertenencias de los pastores. Cuando el espacio resultaba pequeño, algunos dormían en tiendas de campaña.

Bertrand y dos compañeros en el porche del Hogar Hotel

De la estrechez del ardi-kanpo) al ostatu (boardig house). Durante cincuenta años, el Hogar Hotel, regentado por John y Claudia Landa, fue la casa de muchos vascos. Se dice que el éxito del hotel estuvo en la legendaria cocina de Claudia y en la habilidad de John en colocar a los vascos en los ranchos de los alrededores (J. Echeverria: 163).Trabajó un tiempo en el campamento de la Lloyd-Keller co al norte de Utah.  El sueldo era de 225 dólares mensuales, más ropa y alimentación (board). La mayor parte del tiempo lo pasaba solo, excepto la visita semanal del campero que le llevaba los suministros.


El 12 de mayo de 1952, la revista Life publicó un reportaje de Carl Mydans titulado Basque Shepherd. US inmigrant works amid the alien lambs. Mydans (1907-2004) es uno de los más grandes reporteros gráfica de la historia. Retrató a nuestro hombre desde su llegada a Salt Lake City, sus primeros días en América, la temporada de corderos,… Alguna frase en euskera. “Ene Ardi maiteak”. Trece millones y medio de lectores americanos tuvieron la oportunidad de saber algo más sobre los pastores vascos. Aún pasarían cinco años, antes de que saliese Sweet Promised Land
Gracias a este reportaje, Marie Borda, de Reno, se puso en contacto con Bertrand para saber si eran familia. Resultó que los abuelos eran hermanos. De esta forma se hizo una reunión familiar en Gardnervile (Reno Evening Gazette, 1953-01-01).



Tras un tiempo, en Utah, Bertrand se trasladó a Idaho junto a su hermano. Allí trabajó como barman (Miramar Bar) y camionero en sociedad con su herno Arnaud. (Borda Trucking).
El 18 de junio de 1966, se casó en Gooding con Joanna Warrington con quien tuvo tres hijas: Jane, Amy y Marguerite.

Falleció en Gooding, Idaho, el 23 de agosto de 2003. (Twin Falls Times, 2003-08-26).




1 comentario:

Unknown dijo...

My name is Marguerite Borda and I am one of Bertrand Borda daughters. This was written vary well. Thank you for remembering my father.